Mientras los plazos de espera para obtener una cita de visado para EE.UU. pueden superar varios meses en algunas embajadas, una iniciativa impulsada por la administración Trump plantea introducir una opción de pago de 1.000 dólares para agilizar el acceso a las entrevistas.
A medida que la política migratoria estadounidense experimenta una serie de cambios tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, en particular, con la reintroducción del “travel ban” para 12 países, una nueva propuesta está atrayendo la atención.
Según una nota interna consultada por Reuters, la administración Trump contempla crear una opción de pago de 1.000 dólares que permitiría adelantar las citas para entrevistas de visados de corta duración a EE.UU., especialmente los visados B1/B2 (negocios y turismo).
El objetivo declarado: ofrecer acceso prioritario a las franjas horarias disponibles en las embajadas, con el fin de evitar las largas esperas que pueden prolongarse durante varios meses.
De acuerdo con el documento consultado por la agencia de noticias, el programa podría lanzarse a modo piloto en diciembre de 2025.
Visado para EE.UU.: plazos de espera récord justifican una opción exprés
El programa planteado no sustituiría los procedimientos habituales, sino que añadiría una opción de pago para los solicitantes que deseen una entrevista más rápida. Este «acceso prioritario» estaría dirigido principalmente a viajeros con mayores recursos económicos.
Los 1.000 dólares se sumarían a los 185 dólares ya requeridos para solicitar un visado B1/B2, lo que elevaría el coste total del visado con tramitación acelerada a 1.185 dólares si la medida entra en vigor.
Según los datos actualizados a finales de mayo por el Departamento de Estado estadounidense, los plazos para conseguir una cita para un visado turístico o de negocios (B2/B1) varían considerablemente según el país, superando a veces los 300 días en algunas embajadas. De cara al Mundial de Fútbol de 2026, que organizarán conjuntamente Estados Unidos, Canadá y México, la cuestión de los visados turísticos se vuelve crucial para miles de aficionados internacionales.
En este contexto, la posibilidad de un servicio acelerado, aunque costoso, podría representar una solución ante los largos tiempos de espera observados en muchas misiones diplomáticas estadounidenses en todo el mundo.
Un proyecto jurídicamente frágil y económicamente arriesgado
Aunque la medida llama la atención por su carácter inédito, su viabilidad jurídica sigue siendo incierta.
Según la nota interna, los propios juristas del Departamento de Estado advierten de un “alto riesgo” de que el dispositivo sea rechazado, ya sea por la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca o por los tribunales federales. ¿El motivo? La tarifa de 1.000 dólares superaría el coste real del servicio prestado, lo cual contravendría una jurisprudencia consolidada del Tribunal Supremo que prohíbe a las agencias federales obtener beneficios con servicios públicos regulados.
Desde el punto de vista político, Reuters indica que el departamento mantiene un perfil bajo y se niega a comentar oficialmente el contenido del memorando. Se limita a recordar que la organización de las entrevistas de visado es «dinámica» y está en constante evolución.
Más allá del marco legal, también podría verse afectado el atractivo turístico de Estados Unidos, según el World Travel and Tourism Council. El organismo ya prevé una caída del 7 % en el gasto de los visitantes internacionales este año, debido a un contexto marcado por políticas migratorias más restrictivas y la apreciación del dólar. La introducción de nuevas tasas podría acentuar esta tendencia, desviando aún más turistas hacia destinos percibidos como más accesibles, tanto administrativa como económicamente.
