Al día siguiente de anunciarse profundos cambios en el ESTA, que incluyen un análisis reforzado de las redes sociales y la obligatoriedad de usar la aplicación móvil dedicada, el Gobierno estadounidense abre hoy el portal trumpcard.gov, lanzando oficialmente el programa “The Trump Gold Card”, un mecanismo que ofrece una vía acelerada hacia la residencia permanente a cambio de una importante contribución económica.
El sistema se basa en un principio sencillo: mediante el pago de unas tasas de tramitación no reembolsables de 15 000 dólares al Department of Homeland Security (DHS) y, tras una verificación exhaustiva, una aportación de 1 millón de dólares, el solicitante pasa a ser elegible para una residencia permanente acelerada.
“¡LA TARJETA TRUMP GOLD DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS ESTÁ DISPONIBLE DESDE HOY! Una vía directa hacia la ciudadanía para todas las personas cualificadas y verificadas. ¡ES TAN EMOCIONANTE! Nuestras grandes empresas estadounidenses podrán por fin conservar a sus talentos inestimables”, celebra Donald Trump en Truth Social.
Según la información publicada en la web, este estatus se inscribe en las categorías de visados EB-1 o EB-2, habitualmente destinados a perfiles altamente cualificados o a personas que aportan un “beneficio sustancial” a Estados Unidos. El Gobierno presenta la aportación económica como una prueba concreta de dicho valor añadido.
El proceso de solicitud se articula en tres etapas: presentación del expediente y pago inicial, verificación de seguridad por parte del USCIS, y posterior aprobación que permite utilizar la tarjeta en todo el territorio.
Ventajas pensadas también para las empresas

“Es muy emocionante para mí y para el país, acabamos de lanzar la Trump Gold Card… todos los fondos van al Gobierno estadounidense. Podría representar una suma considerable… Es un poco como una green card, pero con grandes ventajas respecto a esta”, explica el presidente estadounidense.
El nuevo programa incluye una variante destinada a empresas: la “Trump Corporate Gold Card”.
Por 2 millones de dólares por empleado, junto con 15 000 dólares en tasas del DHS, una empresa puede obtener la residencia permanente para el empleado que elija.
Uno de los aspectos destacados es la transferibilidad: una empresa puede dejar de patrocinar a un empleado y aplicar la aportación ya realizada a otro, con unas tasas de transferencia del 5 %, que incluyen un nuevo control de seguridad. También se prevé una cuota anual del 1 %.
La Administración estadounidense afirma que este mecanismo permitirá a las empresas internacionales “reforzar rápidamente su presencia en Estados Unidos”.
Una oferta “Platinum” en preparación, con un régimen fiscal reducido
El sitio anuncia asimismo una “Trump Platinum Card”, todavía en fase de espera.
Por 5 millones de dólares de aportación, este estatus permitirá a sus titulares residir hasta 270 días al año en Estados Unidos sin quedar sujetos al impuesto estadounidense sobre los ingresos extranjeros, una ventaja de la que carece la “Gold Card”.
Sin embargo, este programa no estará abierto a personas que ya hayan sido sometidas previamente a la fiscalidad estadounidense sobre ingresos no estadounidenses, lo que excluye, entre otros, a ciudadanos y a ciertos residentes fiscales actuales.
Las autoridades animan a los candidatos potenciales a inscribirse en la lista de espera para ser atendidos con prioridad una vez se active el programa.
Un programa regulado para familias y fiscalidad

El Gobierno confirma que los cónyuges y los hijos solteros menores de 21 años pueden incluirse en la solicitud, aunque cada uno debe abonar igualmente una tasa del DHS de 15 000 dólares y una aportación de un millón de dólares.
Como cualquier visado, la “Gold Card” puede ser revocada por motivos de seguridad nacional o riesgos criminales graves.
A diferencia de la futura “Platinum Card”, los titulares de la “Gold Card”, en calidad de residentes permanentes, estarán plenamente sujetos al régimen fiscal estadounidense, incluidos los ingresos procedentes del extranjero.
Un dispositivo que ya suscita interrogantes
La implantación de un visado basado en una elevada contribución económica ha atraído de inmediato la atención de numerosos observadores.
Los partidarios del programa lo ven como una forma de atraer rápidamente capitales y perfiles con gran potencial económico, mientras que los críticos cuestionan la transformación de la residencia estadounidense en un producto financiero.
Según los documentos oficiales, la tramitación de las solicitudes debería llevar “unas pocas semanas” tras la recepción del expediente completo y del pago.
El lanzamiento de la “Trump Gold Card” abre así una nueva etapa en la política migratoria estadounidense, donde la capacidad de contribuir económicamente se convierte en un criterio central de selección. El debate sobre sus implicaciones políticas, económicas y éticas no ha hecho más que empezar.







