Cada semestre, el despacho Henley & Partners analiza las tendencias globales en materia de movilidad, ciudadanía y política de visados. Su eje principal es el Henley Passport Index, un ranking de referencia que mide el “poder” de un pasaporte según el número de destinos a los que se puede acceder sin visado previo o con visado a la llegada.
Estos datos, recopilados a partir de los registros de la IATA (Timatic), ofrecen una imagen precisa del grado de apertura de cada nación. Pero más allá de las cifras, este informe se ha convertido en un instrumento de análisis geopolítico: revela los vínculos, tensiones y evoluciones de la diplomacia contemporánea.
La edición de octubre de 2025 confirma la dominación de varios países asiáticos, que mantienen las primeras posiciones del ranking mundial gracias a su amplio acceso sin visado a más de 190 destinos.
Otros países, en cambio, registran un ligero retroceso. Es el caso de ciertas potencias occidentales, que pierden algunos puestos debido a reajustes diplomáticos o a políticas de visados más restrictivas. Este fenómeno ilustra una tendencia de fondo: la competitividad de los pasaportes es hoy cambiante y depende de la calidad de las relaciones bilaterales que mantiene cada Estado.
Top 10 de los pasaportes más poderosos en 2025
Según la clasificación oficial de octubre de 2025, el top 10 se compone de la siguiente manera:
Puesto | País | Número de destinos sin visado |
---|---|---|
1 | Singapur | 193 |
2 | Corea del Sur | 190 |
3 | Japón | 189 |
4 | Alemania, España, Italia, Luxemburgo, Suiza | 188 |
5 | Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Países Bajos | 187 |
6 | Grecia, Hungría, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, Suecia | 186 |
7 | Australia, Malta, Polonia, República Checa | 185 |
8 | Croacia, Emiratos Árabes Unidos, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Reino Unido | 184 |
9 | Canadá | 183 |
10 | Letonia, Liechtenstein | 182 |
Esta clasificación confirma la preponderancia europea, ya que seis de las diez primeras posiciones están ocupadas por países del continente. Asia, con Singapur, Corea del Sur y Japón, mantiene una clara ventaja en materia de movilidad.
Estados Unidos, situado en el puesto 12 junto con Malasia y con acceso sin visado a 180 destinos, queda ahora por detrás de la mayoría de los grandes países europeos. A modo de comparación, China ocupa el puesto 64, con 82 destinos accesibles.
El retroceso estadounidense, reflejo de un giro político
El informe de octubre de 2025 analiza en profundidad las causas de este declive.
Según Annie Pforzheimer, asociada principal del Center for Strategic and International Studies (CSIS) en Washington, este retroceso “tiene sus raíces en la política”.
Incluso antes del segundo mandato de Trump, la política estadounidense ya se había replegado sobre sí misma. Este aislacionismo se refleja hoy en la pérdida de poder del pasaporte estadounidense.
Esta orientación ha afectado especialmente las relaciones con los países en desarrollo, sobre todo en África y Oriente Medio. Bajo la administración Trump, doce países vieron cómo sus ciudadanos eran privados de visados para viajar a Estados Unidos, otros siete sufrieron restricciones adicionales y hasta 36 países más fueron amenazados con exclusión, la mayoría de ellos en el continente africano.
Actualmente se exige un depósito reembolsable de entre 5.000 y 15.000 dólares estadounidenses para ciertos viajeros africanos, mientras que una “tasa de integridad de visados” de 250 dólares se aplicará próximamente a la mayoría de las solicitudes de visados de no inmigrante. Además, el coste del sistema electrónico de autorización de viaje (ESTA) se ha casi duplicado el 30 de septiembre de 2025, pasando de 21 a 40 dólares.
Estas medidas, sumadas a un discurso político más cerrado, reflejan un repliegue estratégico que debilita el alcance diplomático de Estados Unidos y reduce su “soft power” en materia de movilidad. Para Henley & Partners, esta tendencia representa un cambio histórico: mientras la globalización de la movilidad avanza, Estados Unidos parece dar la espalda a su influencia internacional, con el riesgo de que su pasaporte pierda poco a poco el prestigio del que ha gozado durante décadas.