En septiembre de 2021, Corea del Sur implantó la K-ETA (Korea Electronic Travel Authorization), una autorización electrónica de viaje obligatoria para los visitantes internacionales procedentes de países exentos de visado.
Con el objetivo de estimular la llegada de turistas extranjeros, Seúl suspendió esta obligación en 2023 para numerosas nacionalidades, incluidas las de los principales mercados turísticos como Europa y Norteamérica.
Esta exención, renovada a finales del año pasado hasta el 31 de diciembre de 2025, permite a los viajeros afectados seguir entrando en Corea del Sur sin necesidad de realizar este trámite previo, manteniendo la posibilidad de solicitar voluntariamente una K-ETA para beneficiarse de ventajas como la exención de la tarjeta de llegada.
Una medida que acaba de ser confirmada para el próximo año, en claro beneficio de los visitantes extranjeros.
La dispensa de K-ETA se amplía hasta diciembre de 2026
Durante la 10ª Reunión Nacional de Estrategia Turística, presidida por el primer ministro Kim Min-seok y con la participación de varios ministerios, el gobierno surcoreano anunció que la exención de K-ETA se extenderá hasta finales del próximo año.
«La suspensión temporal del sistema de autorización electrónica de viaje (K-ETA), que debía finalizar este año, se prorrogará un año más (hasta diciembre de 2026)», señala el comunicado de prensa difundido al término de la reunión.
El Ejecutivo también adelantó la creación, a partir de 2026, de un pase turístico exclusivo para visitantes extranjeros que integrará títulos de transporte y acceso a espacios culturales y de ocio.
En esta sesión, el gobierno reafirmó un ambicioso objetivo: atraer a 30 millones de turistas extranjeros de aquí a 2030, apostando por la proyección internacional de la cultura coreana (K-culture), la diversificación de las zonas turísticas más allá de Seúl y el refuerzo de la competitividad regional.
67 países actualmente exentos de K-ETA
Aunque el anuncio marca una dirección clara, todavía deberá ser ratificado mediante publicaciones administrativas antes de aplicarse plenamente. En ese proceso podrían introducirse ajustes, especialmente en lo que respecta a la lista de nacionalidades beneficiadas por la exención de la autorización electrónica.
Hoy en día, los ciudadanos de 67 países y territorios disfrutan de la exención de K-ETA para viajar a Corea del Sur:
África | Sudáfrica |
América | Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos y México |
Asia | Brunéi, Hong Kong, Japón, Macao, Singapur y Taiwán |
Europa | Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Mónaco, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Reino Unido, San Marino, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Suiza y Vaticano |
Oriente Medio | Arabia Saudí, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Kuwait, Omán y Catar |
Oceanía | Australia, Fiyi, Islas Marshall, Islas Salomón, Kiribati, Micronesia, Nauru, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda, Palaos, Samoa, Tonga y Tuvalu |
Los titulares de K-ETA, exentos de la e-Arrival Card
En paralelo a la prórroga de la exención de K-ETA, las autoridades avanzan en la digitalización de los trámites de entrada.
Desde febrero de 2025, los viajeros pueden cumplimentar en línea su formulario de declaración de entrada «e-Arrival Card» a través de la web www.e-arrivalcard.go.kr, hasta tres días antes de su llegada a Corea del Sur.
Esta medida, destinada a reducir las colas en el aeropuerto, convive de momento con la declaración en papel. Ambos formatos serán aceptados hasta diciembre de 2025, antes de que el sistema digital pase a ser obligatorio en 2026.
No obstante, algunas categorías de viajeros siguen exentas de este trámite: los residentes registrados en Corea (incluidos los residentes permanentes y quienes hayan declarado su residencia nacional), los extranjeros titulares de una K-ETA válida, los turistas en grupo (C-3-2) procedentes de China, Vietnam, Filipinas e Indonesia, así como los grupos de India y Camboya con visado colectivo, los pasajeros en tránsito (B-2, 15D) como ciertos turistas chinos en Jeju o en viajes escolares, y finalmente las tripulaciones aéreas.